¿Qué significa viajar para mí? Es difícil describir lo que siento en palabras, pero después de haber visitado tantos lugares del Perú, puedo intentarlo. Generalmente, quien decide emprender una aventura viajera lo hace porque está escapando de algo, porque busca encontrarse a sí mismo o porque, simplemente, quiere conocer nuevos lugares. En mi caso, no sé por qué lo hice. ¡Pero qué bueno que me animé! Descubrí que viajar es como volver a ser niño. Es retomar esa mirada inocente que desconoce el mundo y se asombra, ya sea por la energía del mar, por el tamaño de las montañas o por las mil tonalidades turquesas de una laguna escondida. Viajar no es fácil, pero he aprendido que el paisaje siempre compensa y hace que uno olvide temores y preocupaciones. De hecho, estás tan absorto en el momento que puedes alcanzar esa famosa cumbre oriental del “aquí y ahora”. Aprendes a apreciar que la vida puede ser más simple. Es difícil volver a la rutina después de viajar. Sin embargo, después de haber descansado unos cuantos días, por más que hayas ‘trekkeado’ a full, puedes volver a tus actividades sin sentir nostalgia. Bueno, en mi caso es así, y creo saber por qué: viajar es meditar en movimiento.