Hay bandas por las que esperamos toda la vida y quizás por la imposibilidad de verlas en vivo aumenta en nuestros afectos melódicos su aura mítica. Y si esa banda, además de componer verdaderos himnos, es liderada por un músico egocéntrico y genial, la leyenda crece aún más. Esto nos pasa con Echo & The Bunnymen, el grupo inglés fundado en Liverpool en 1978 por Ian McCulloch.