No se soportan más, dejaron de quererse, tienen diferencias irreconciliables. Estas y otras razones pueden motivar la disolución de un matrimonio. Para llegar a este desenlace, tienen que haber intentado resolver sus conflictos y haber agotado las opciones. Hay que luchar por la unión y la reconciliación.
No se soportan más, dejaron de quererse, tienen diferencias irreconciliables. Estas y otras razones pueden motivar la disolución de un matrimonio. Para llegar a este desenlace, tienen que haber intentado resolver sus conflictos y haber agotado las opciones. Hay que luchar por la unión y la reconciliación.