Unos zapatos hechos a mano y con un diseño personalizado es algo a lo que pocos compradores se pueden resistir. Así lo han entendido unos 200 empresarios peruanos dedicados a este rubro del calzado.
¿Cómo te animaste a abrir tu propio negocio de zapatos? Soy la tercera generación de una familia de zapateros. Mi abuelo llegó al Perú después de la Segunda Guerra Mundial y se trajo de Italia esa costumbre.
Unos zapatos hechos a mano y con un diseño personalizado es algo a lo que pocos compradores se pueden resistir. Así lo han entendido unos 200 empresarios peruanos dedicados a este rubro del calzado.