Fue en 1969 cuando un joven cómico de Brooklyn preparaba uno de sus primeras puestas en escena para el teatro. La obra se llamaba ‘Play It Again, Sam’ y él era conocido como Woody Allen. Para el rol femenino, se necesitaba a alguien tan bella, divertida e inteligente que justifique que se vuelva el interés amoroso del protagonista.