Fernando Maestre,Opina.21 fmaestre@peru21.com
El Gabinete Lerner mostró fisuras y debilidades desde el comienzo. La inacción y falta de reflejos de la ministra de la Mujer, Aída García Naranjo, frente al caso de los niños de Cajamarca que fallecieron tras consumir alimentos del Pronaa, era una prueba de ello. Aunque trascendió que ella se quedaría en el Ejecutivo debido a su amistad con la primera dama y con el asesor Adrián Villafuerte, al final se dijo que también estaba en la picota.