Nicolás Sanseviero es un niño hermoso y despierto, un aventurero que transmite ternura. Estamos en la sala de su casa y nos sorprende que no esté llena de lianas y paredes pintadas y bicicletas botadas y skates rotos y un muro para escalar.
A Simón, más que el mar, le gusta la velocidad. A Simón no le gustan las aguas calmas, la tranquilidad. En una piscina se aburre, caminando también. Por eso prefiere la adrenalina del mar, esa que aparece en su corazón cuando se desplaza sobre su tabla de windsurf a la velocidad de un Fórmula 1.
Reportuit
Reportuit Gracias a los wingsuits o trajes aéreos, el hombre ha podido imitar con mayor exactitud a los pájaros. Popularizados en los años 90, estas vestimentas aumentan la resistencia que crea el cuerpo del paracaidista al lanzarse por los aires. No debe extrañar que este deporte extremo sea considerado uno de los más peligrosos del mundo, solo practicado por los más temerarios y/o profesionales del paracaidismo.
Reportuit Hay gente que le gustan los deportes extremos: puenting, escalar montañas sin equipo de ayuda, practicar paracaidismo entre otras actividades. Dean Potter llevó sus proezas al límite y cruzó un cañón de 3.000 pies (cerca de 1.000 metros) de profundidad sobre una cuerda floja, como si de acróbata de circo se tratara.