Fue un CADE interesante, desde la impecable organización hasta las exposiciones. Todos los temas fueron relevantes (corrupción, educación, violencia, tramitología, infraestructura), los dos invitados extranjeros de primera, Saavedra cortó orejas y rabo (a diferencia de Segura y Ghezzi) y Urresti asustó con su elocuente fascismo de cocina (preocupó que un 40% del público le aplaudiese constantemente frente a la reprobación del resto).