El cruce de las avenidas Aramburú y Petit Thouars, en San Isidro, es uno de los puntos más críticos en horas punta en la capital. Si bien a diario esta situación causa malestar en miles de conductores y pasajeros, las consecuencias a largo plazo son alarmantes: los limeños perdemos hasta siete días al año por el tráfico vehicular.