Guido Lombardi,Opina.21 El tema del aborto es, sin duda, controvertido y remite a consideraciones morales y a convicciones religiosas. Resulta, por tanto, plenamente comprensible que haya quienes se opongan a su aplicación apelando a esas convicciones. Lo que no es admisible es que se pretenda imponer ese particular punto de vista al resto de la sociedad.