NAKHON RATCHASIMA.–Morir de pie también es seguir viviendo. No es detener el corazón o cerrar los ojos; es hinchar el pecho de latidos y mirar con fuerza. Morir de pie no es más que el primer paso para ser recordado. Perú no jugó hoy la final del Mundial de Vóley de Menores, y a esta hora ya se sabe si se quedó con el tercer lugar. Pero luchó, creyó y creció. Pasó de menor a mayor, de presente a futuro.