Un bautizo, la primera comunión de un hijo o un matrimonio son solo algunas de las celebraciones que las familias desean que perduren por siempre, tanto en la mente de los protagonistas como de los invitados. Por ello, además de invertir en el evento, destinan un presupuesto a los recuerdos.
Un bautizo, la primera comunión de un hijo o un matrimonio son solo algunas de las celebraciones que las familias desean que perduren por siempre, tanto en la mente de los protagonistas como de los invitados. Por ello, además de invertir en el evento, destinan un presupuesto a los recuerdos.