Vivía rodeado de lujos, gustaba de bellas mujeres y de costosos viajes por el mundo, y decía que era un próspero empresario. Sin embargo, Jaime Salomón Villalobos, de 52 años, escondía una oscura habilidad: se trataba del ‘Rey de los Clonadores’ de tarjetas bancarias, quien operaba en el Perú y en países como Panamá, Chile, Bolivia, Argentina y otros.