Paolo Guerrero negó que haya querido agredir al árbitro Leandro Brizzio, con quien chocó en el duelo que Corinthians jugó ante Bragantino por la Copa de Brasil. La situación no es fácil para el peruano, pues el Tribunal Superior de Justicia Deportiva de Brasil lo investiga por intento de agresión al juez, algo que podría castigarse con seis meses de suspensión.
En una semana donde Corinthians pasó de la alegría de un empate en Oruro ante San José por la Libertadores, a un castigo de Conmebol por la muerte de un hincha boliviano, Guerrero le dio paz. El peruano volvió a salvar a su equipo (8° con 14) , esta vez en el ‘Paulistao’, al marcar el 2-2 final contra Bragantino de visitante.