Mientras el ministro del Interior, Wilfredo Pedraza, encabezaba un megaoperativo en el que se intervenía bares y a conductores ebrios en la zona este de la capital, delincuentes armados irrumpían en la tradicional pizzería La Romana, en pleno corazón de San Isidro, y encañonaban al administrador y a los 20 clientes para despojarlos de todas sus pertenencias. Pero eso no es todo: en Surco, otro grupo de hampones robaba medio millón de soles de una residencia.