En una situación deplorable viven los policías de la Dirección Nacional de Operaciones Especiales (Dinoes) destacados a las bases para combatir el narcoterrorismo en la zona del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), quienes pasan sus días viviendo hacinados, durmiendo sobre pisos de tierra y casi a la intemperie.