De héroe a villano. Oscar Pistorius se derrumbó tras ser acusado del crimen premeditado de su novia, Reeva Steenkamp. Vestido con un traje oscuro, el atleta discapacitado compareció con la cabeza gacha ante el magistrado Desmond Nair. Tras la acusación, no pudo más y comenzó a llorar tapándose la cara. “Tómeselo con calma. Tome asiento”, le dijo Nair.