Amenos de dos meses de gestión, el presidente del Congreso, Fredy Otárola, estaría empezando a sentir la fatiga provocada por la pesada cruz de descrédito institucional (con ‘repartija’ incluida) que le dejó su antecesor Víctor Isla, y que se traduce en un paupérrimo 7.4% de aprobación, según el último sondeo de CPI.