Los enfrentamientos entre el Frente Amplio y el bloque Nuevo Perú tienen una voz que parecía olvidada: nos referimos a Ángela Villón, la trabajadora sexual que buscaba llegar al Congreso y que respaldaba a Verónika Mendoza.
Su nombre es Ángela Villón. Es una trabajadora sexual desde los 16 años pero no se molesta si la llaman prostituta o puta. Es una puta digna, lo dice y sin miedo. Desde 1999 trabaja por los derechos laborales de sus compañeras.