Llega un momento en que las personas no pueden seguir viviendo con sus mascotas. Las razones pueden ser miles: desde la mala situación económica, los problemas de salud y la vejez de los dueños, hasta la falta de adaptación del nuevo integrante de la familia. ¿Qué podemos hacer en ese caso?
Llega un momento en que las personas no pueden seguir viviendo con sus mascotas. Las razones pueden ser miles: desde la mala situación económica, los problemas de salud y la vejez de los dueños, hasta la falta de adaptación del nuevo integrante de la familia. ¿Qué podemos hacer en ese caso?