Por Jaime Cabrera Junco
Julio Verne se imaginó al Perú gracias a él. Corría el año 1851 cuando el pintor peruano Ignacio Merino presentaba en París sus dibujos costumbristas y, al verlos, el gran escritor francés ideó su novela Martín Paz. Pero esto es solo una anécdota, pues las pinturas de Merino destacarían años después en Francia, tanto que podemos afirmar que fue el primer pintor peruano en tener reconocimiento internacional. La exposición Ignacio Merino (1817-1876). La historia imaginada, que se presenta en el Museo de Arte de Lima (MALI), es un homenaje a este gran artista de quien hoy se conoce muy poco.
HISTORIA PINTADA. Bajo la curaduría de Luis Eduardo Wuffarden, esta retrospectiva es la más grande que se haya hecho sobre la obra de Merino, gran parte de la cual pertenece a la Municipalidad de Lima. Se ha reunido el 80% de su obra conocida, entre lienzos y dibujos, los cuales muestran su paso del costumbrismo hacia una pintura más académica, influenciada por Rembrandt en su fase final.
Destacan sus cuadros de temática histórica, como los dedicados a Cristóbal Colón y a Miguel de Cervantes leyendo El Quijote. Además de sus lienzos con estampas limeñas, como el de la vendedora de frutas de Chorrillos o el de la jarana criolla.
La muestra, dice Wuffarden, nos devuelve a este pintor que estuvo postergado por la crítica al no entender el contexto histórico que vivió. La ‘historia imaginada’ de Merino es el registro de un hombre de su tiempo.
DATOS:
Ignacio Merino: La historia imaginada