José Peláez Bardales se impuso a su colega Pablo Sánchez Velarde y fue elegido por los cinco magistrados de la Junta de Fiscales Supremos para tomar las riendas del Ministerio Público por los próximos tres años con opción a una reelección de dos, en reemplazo de Gladys Echaíz.
El nuevo Fiscal de la Nación, de conocida filiación aprista, estuvo en el ojo de la tormenta cuando, e agosto de 2009, emitió un dictamen pidiendo el archivo del proceso penal a la hoy desaforada congresista aprista, Tula Benites. El entonces presidente del Poder Judicial, Javier Villa Stein, dijo que a Peláez “le había ganado el corazoncito”.
Sin embargo, tras su elección, el flamente titular del Ministerio Público negó tener vínculos con algún partido. “Desde que ingresé al Ministerio Público no tengo ninguna filiación partidaria, menos aprista”, afirmó.
Peláez se impuso a Sánchez, un magistrado de trayectoria reconocida pues, en 2001, siendo fiscal superior anticorrupción, impulsó y respaldó el trabajo de los fiscales que investigaron los múltiples delitos cometidos por el régimen fujimorista.
Como informamos esta semana, es un secreto a voces que desde la gestión de la exfiscal de la Nación, Nelly Calderón, la Junta de Fiscales Supremos acordó, de forma salomónica y para evitar conflictos, nombrar al titular respetando la antigüedad en el cargo. Con José Peláez no se respetó este acuerdo. El magistrado se jubilará en 4 años ostentando el máximo cargo en el Ministerio Público.
“Estoy bastante contento porque cuando uno ingresa a la carrera del Ministerio Público la culminación es llegar aquí. Me siento honrado con este cargo”, aseguró.
En esta elección, José Peláez habría tenido el apoyo de los 2 fiscales nombrados por su hermano Edmundo Peláez cuando este era presidente del Consejo Nacional de la Magistratura: Gonzalo Chávarry y Carlos Ramos.