El gobierno aprista denegó el sábado pasado la extradición del exjuez israelí Dan Cohen, alegando que entre la República del Perú y el Estado de Israel “no existe un tratado bilateral de extradición”.
Además, el Ministerio de Justicia (Minjus) peruano habría decidido opinar contra dicho pedido porque no existe ningún principio de “reciprocidad” entre ambas partes para casos de esta naturaleza.
Pese a que la solicitud para extraditar a Cohen fue formulada por Israel en julio de 2009, ha tenido que pasar un año y medio para que su par peruano responda diciendo: “No se puede, no hay ley que ampare esa demanda”.
Parte de los argumentos de la Comisión de Extradiciones del Minjus –a los que accedió *Perú.21*– señala que “Perú e Israel han suscrito y ratificado la Convención de la ONU contra la Corrupción. No obstante, conforme al numeral 6 del artículo 44º de dicha convención, Israel formuló una declaración a la aplicación de la misma, a efectos de conceder la extradición”.
MÁS RAZONES. La comisión prosigue con otro argumento: “En dicha declaración, Israel señaló como premisa básica que, de acuerdo con su Ley de Extradición, se requiere de un tratado bilateral para conceder la misma”. Este detalle, planteado por Israel, fue el argumento que usó el Perú para denegar la demanda.
Pero la razón que pesó más habría sido que la comisión del Minjus tuvo en cuenta la negativa israelí cuando el Gobierno peruano pidió la extradición del traficante de armas de ese país, Moshe Rothschild, quien se asoció en los 90 con Vladimiro Montesinos. Sin embargo, Perú.21 ha revisado que, por lo menos hasta setiembre de 2009, ninguna autoridad peruana ha efectuado tal pedido.
Según Liza Ramos, abogada de Israel para este caso, la decisión tomada por el gobierno de Alan García es “extraña” y “política”.