Por Daniel Yovera
Se podría decir que gracias a los S/.35.9 millones pagados por el municipio de Lima a Comunicore, el operador y dueño de esta firma, Miguel Garro Barrera, se convirtió en un empresario capaz de crear y comprar compañías. Antes de eso, Garro había sido un empleado que laboró casi toda su vida para la familia Piccini, accionista de la transnacional Relima.
Claro que, antes de eso, sus contactos habían llegado hasta el “estado mayor” de la Municipalidad de Lima; pero luego de ejecutada la millonaria operación, sus “tentáculos” también llegaron a otras esferas, desde las cercanías de Palacio de Gobierno hasta el entorno de dos partidos políticos, uno de ellos, importante opositor.
Precisamente, en el video del 1 de julio de 2009, revelado ayer por Perú.21 –en el que el ex gerente general de Comunicore, Henry Brachowicz, vincula por primera vez al alcalde Luis Castañeda con el escandaloso pago– también se da cuenta de esos nexos.
CERCA A PALACIO. Según Brachowicz, tras recibir los S/. 35.9 millones, Garro se asoció con Luis Felipe Piccini, uno de los accionistas del grupo Upacá, integrante de la empresa Relima. Piccini, a su vez, era y es socio de José Antonio Nava Mendiola, hijo del secretario de la Presidencia, Luis Nava Guibert.
“(Ellos) tienen un montón de cosas… hacen contratos de empresas con Garro; entre los tres forman dos constructoras”, dice Brachowicz. Una de esas empresas sería Sirius SAC. Según diversos reportes y registros, una de las sedes de Sirius es el edificio de la avenida Paseo de la República Nº 5812, Miraflores.
Este inmueble le pertenece a Garro Barrera, como él mismo lo reconoció ante la Primera Fiscalía Anticorrupción. Incluso, allí funcionó la empresa Comunicore. Esa misma dirección registra la empresa Transportes Don Reyna, fundada por Luis Nava y gerenciada actualmente por su hijo José Antonio.
Según Brachowicz, una de esas empresas se adjudicó un contrato en la construcción de la Interoceánica por US$ 15 millones. Esa empresa sería, de nuevo, Sirius, tal como lo acredita una boleta de pago de haberes del consorcio Conirsa-Odebrecht, del 14 de julio de 2009, a uno de los conductores de un camión volquete de la constructora Sirius.
Enseguida, Brachowicz hace estos comentarios: “Al final (Nava y Garro) se pelearon, se separaron (... aunque) tienen unos contratos de alquiler de maquinarias para colocarlas (en la Interoceánica). Perú.21 buscó dialogar con José Luis Nava, pero evitó dar declaraciones. Sin embargo, a través de terceros, negó mantener vínculos societarios con Garro.
CON APRISTAS. Brachowicz también hace referencia a tres apristas cercanos a Garro. El primero, alguien a quien se refiere como “Prialé”, que sería su ex socio en la empresa CSI Perú Logística, Marcos Prialé Marquina.
Luego, dice que “Pastor” y “Luciana” visitaban el edificio de Paseo de la República (sede de Comunicore) y que, incluso, habrían recibido apoyo económico de Garro en la campaña electoral del año 2006. Ellos son Aurelio Pastor y Luciana León.
En diálogo con Perú.21, Pastor admitió conocer a Garro, pero rechazó haber recibido dinero de él. También reconoció que acudió al citado inmueble, pero no para visitar a Garro, sino a su amigo Luis Felipe Piccini.
Por su parte, Luciana León señaló que nunca recibió apoyo económico de Garro y tampoco acudió a su oficina. Consultada sobre si ese supuesto apoyo pudo haberse concretado a través de Marcos Prialé –en aquellos tiempos, pareja sentimental de la madre de la congresista– también descartó esa posibilidad.
EL ENTORNO DE HUMALA. Otro de los nexos referidos por Brachowicz es el que habrían tenido Garro y Martín Belaunde Lossio, considerado uno de los financistas del líder nacionalista Ollanta Humala. En realidad, la vinculación de Garro con la familia Belaunde Lossio es de vieja data, pues es socio de Arturo Belaunde Lossio, por lo menos en tres empresas.
Según Brachowicz, Garro apoyó económicamente a varios políticos, incluso a Humala, a través de Belaunde, quien no solo es primo cercano del Luis Castañeda, sino que se encargó de las finanzas de su campaña en el 2002.
Belaunde declaró a Perú.21 que el socio de Garro no es él, sino su hermano. Sin embargo, Garro y Martín Belaunde coincidieron en el Directorio de Centros Capilares S.A., como consta en los Registros Públicos.
Ahora bien, como se recuerda, fue esta empresa la misma que efectuó pagos mensuales a Nadine Heredia, la esposa del líder nacionalista, que llegaron a sumar US$ 50,000, por supuestas asesorías profesionales.
EL INMUEBLE. Hay otro hecho que llama la atención. Martín Belaunde alquila un inmueble ubicado en Paseo de la República Nº 5639, Miraflores, para el funcionamiento de un diario de su propiedad. Lo curioso es que ese inmueble está registrado a nombre de Garro. Según Belaunde, el contrato de alquiler fue realizado con la ex esposa de Garro, no con este.
Lo cierto es que dicha casa tiene relación con el caso Comunicore, pues fue a ese local que el oscuro reclutador Joule Vila Vila condujo a los tres pobladores de Comas –Margarita Esteban, Joel García y Teodardo Rojas– para que firmen papeles en blanco y de esa manera “cambiar” el directorio de la empresa. Aunque ahora todos nieguen a Garro, las coincidencias simplemente abundan.