El presidente Alan García justificó este domingo el rechazo del Gobierno a una donación alemana para construir un museo de la Memoria destinado a recordar y no repetir los horrores de la lucha interna, ocurrido durante la década de 1980 hasta el año 2000, y que habría dejado un total de 70.000 víctimas.
El mandatario dijo que rechazó esta contribución porque la percibe como una imposición para hacer un museo en base a una muestra fotográfica y un informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) que acusó a Sendero Luminoso (SL), el MRTA y a los militares de las atrocidades cometidas durante ese periodo.
Explicó que en su concepto “la memoria de un país debe ser la suma de recuerdos y por lo tanto plural y democrática, y no debe reflejar sólo el punto de vista sesgado de un grupo (la CVR)”.
Sugirió al gobierno de la canciller alemana Angela Merkel destinar la donación a 10 comunidades campesinas que sufrieron mortandad y abusos de derechos humanos mientras los peruanos se reconcilian por sí mismos.
La negativa gubernamental desató una polémica y un pronunciamiento público en contra de intelectuales encabezados por el escritor Mario Vargas Llosa, el teólogo Gustavo Gutiérrez y el ex presidente de la CVR Salomón Lerner.
“Si los señores alemanes amplían su oferta pues (que sea) naturalmente para una memoria nacional que tenga todas las perspectivas”, señaló el presidente.
La Comisión de la Verdad y Reconciliación emitió un informe en el año 2003, según el cual durante el período de la lucha interna hubo un total de un 70.000 muertos y culpó a Sendero Luminoso de ser el mayor violador de los derechos humanos.
Las Fuerzas Armadas rechazaron la cifra de muertos de la CVR y adujeron que era inflada para presentar a los militares como violadores de los derechos humanos y para perseguirlos ante la justicia.
“Nadie puede estar en contra de la memoria, lo importante es que nadie se adueñe de la memoria. Nadie puede tapar con un dedo la verdad y la historia”, enfatizó el presidente.