El coronel Muammar Al-Gaddafi, jefe de Estado de Libia, convocó al economista peruano Hernando de Soto, presidente del Instituto Libertad y Democracia (ILD), a una reunión en la capital de ese país para firmar un contrato que permitirá empoderar a los pobres de los instrumentos legales para enfrentar la crisis económica mundial.
Durante la junta en Trípoli, Gadaffi y De Soto hablaron de las causas y efectos de la debacle económica que experimenta el mundo y de la estrategia para convertir a Libia en una plena economía de mercado.
Diversos analistas internacionales interpretaron la junta Gadaffi-De Soto como un paso firme del acercamiento e incorporación de Libia a los valores y principios de la sociedad global.