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El rebelde aún vive

Viernes 30 de septiembre del 2005 | 12:00

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30 set (Peru21.com) Es probable que hoy existiesen decenas de películas con James Dean si él no se hubiese quebrado la nuca, el 30 de setiembre de 1955, al estrellarse su flamante Porsche 550 Spyder, llamado, paradójicamente, Pequeño Bastardo. Pero solo hay tres filmes del actor.

Es más, cuando murió, su primera película había sido estrenada hacía apenas unos meses. Al este del Edén lo convirtió en una estrella de la noche a la mañana. Allí interpretaba a Cal, el hijo incomprendido que lucha por obtener el amor de su estricto padre. Los críticos se entusiasmaron con el que calificaron "el nuevo Marlon Brando". Dean había terminado de rodar la saga texana Gigante, con Liz Taylor y Rock Hudson, apenas una semana antes de su muerte. Rebelde sin causa, su segunda película, se estrenó un mes después de su funeral. En su papel del adolescente frustrado Jim Stark, se convirtió, tras su desaparición en el rebelde favorito de Hollywood.

El actor, que hoy tendría 74 años, no tenía nada en común con los héroes de los años 40, encantadores, bien afeitados y masculinos. Sus gruesas gafas, que el miope Dean rara vez se quitaba, no afectaron su fama de rompecorazones. Este astro, que parecía tímido, salió con bellezas como Ursula Andress y Pier Angeli, pero sin comprometerse con nadie. Mantuvo en secreto su homosexualidad y, con ello, siguió las reglas de comportamiento de Hollywood, pero por su cama pasaron muchos hombres, según afirma el autor Bertrand Meyer-Stabley en la biografía del actor que acaba de publicar.