Al menos 29 personas fueron detenidas y se requisaron numerosas armas de fuego tras los tiroteos, saqueos e incendios ocurridos este martes en Ferguson, en las protestas por la decisión judicial de no imputar al policía blanco que mató al joven afroamericano Michael Brown en dicha ciudad de Misuri (Estados Unidos).
La decisión del gran jurado de no acusar por falta de pruebas al agente blanco Darren Wilson por haber disparado y matado el pasado 9 de agosto a Brown desató los violentos disturbios.
Otras grandes ciudades estadounidenses como Seattle, Nueva York, Chicago y Washington DC se solidarizaron con protestas pacíficas. Hubo un ‘plantón’ frente a la Casa Blanca al grito de “¡Manos arriba, no me disparé!”
En una improvisada rueda de prensa, el jefe local de Policía, Jon Belmar, dijo que los disturbios eran aún más graves que los ocurridos en agosto pasado, aunque se felicitó de que nadie hubiera resultado muerto, según la edición digital del diario St. Louis Post-Dispatch.
“No ha quedado nada” entre las avenidas de Florissant oeste y Solway con la carretera Chambers. Estoy francamente desolado”, añadió Berlmar al describir el escenario de las protestas.
Belmar explicó que él y el capitán de la Policía Estatal Ron Johnson tuvieron suerte no de ser alcanzados, dada la intensidad de los disparos en algunos de los lugares que visitaron durante la noche.
Indicó que había escuchado al menos 150 disparos y admitió que los oficiales evitaron ubicar a agentes en los bloqueos de carreteras por la intensidad de los tiroteos.
Dos patrulleros fueron incendiados, según el recuento provisional de daños realizado por el diario local, que añade que además de varios negocios quemados, al menos doce coches de un concesionario fueron incendiados.
Agencias
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