La poderosa tormenta Pineapple Express agitó la costa oeste de Estados Unidos con fuertes vientos y una muy necesaria lluvia, provocando apagones generalizados en el norte de California y una gran nevada en Sierra Nevada.
La peor parte de la tormenta azotó el área de la bahía de San Francisco, inundando las autopistas, derribando árboles y haciendo que miles de personas no pudiesen acudir al trabajo o a la escuela.
“Es una gran tormenta, como esperábamos, y se dirigió hacia el sur con vientos muy fuertes e intensas lluvias”, dijo el meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional Will Pi.
En Oregon, el vendaval derribó un árbol y mató a un indigente que dormía en una vereda. Además, un adolescente falleció después de que un gran árbol impactase sobre el auto en el que viajaba, haciendo que desviase y golpear otro árbol.
Un enorme ráfaga tiró un abeto de 80 pies de alto (24 metros) en una escuela primaria de Santa Cruz, atrapado a un estudiante de sexto grado por un brazo durante 15 minutos hasta que pudieron liberarlo con una motosierra.
La tormenta lleva aire caliente y grandes cantidades de agua en una poderosa corriente que se extiende desde Hawái al continente y las montañas, donde las ráfagas de hasta 225 kilómetros por hora soplaban a través de pasos, dañando viviendas en el área del lago Tahoe.
La corriente dejó San Francisco empapado pero cálido, con temperaturas de 15.5 °C. Al menos 240 vuelos fueron cancelados en el aeropuerto internacional de San Francisco, informaron medios locales.
Las olas se estrellaron en el litoral en todo el área de la bahía, los transbordadores estuvieron amarrados a puerto, los aviones se quedaron en tierra, y muchas escuelas y negocios estuvieron cerrados.
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