Sao Paulo/EFE
Rascacielos de multinacionales y hoteles de lujo donde se hospedan gobernantes extranjeros en Sao Paulo rodean uno de los ríos más degradados de Brasil, el Pinheiros, donde intervenciones artísticas plantean denunciar la contaminación de sus aguas oscuras, sin oxígeno y un olor nauseabundo.
El artista plástico brasileño Eduardo Srur montó la obra “Trampolín” en cuatro puentes estratégicos sobre Rio Pinheiros, simulando a un bañista antes de saltar a una piscina, pero el agua es oscura y putrefacta.
“El arte tiene la capacidad de reactivar la conciencia colectiva y aproximar a las personas para una nueva realidad”, dijo el artista, que prepara montar también jaguares inflables en la vera del río como parte de su protesta, además de maniquíes simulando ser buzos.
La intervención que durará 60 días forma parte de la campaña por el Día Mundial de la Limpieza de Ríos y Playas que se conmemora el 20 de septiembre.
Sao Paulo tiene tres ríos principales, Pinheiros, Tieté y Tamanduateí, todos contaminados por la falta de saneamiento básico que imposibilita, no sólo su uso como área de ocio, sino también su navegabilidad.
LLAMADA DE ATENCIÓN
Para Stela Goldenstein, directora de Aguas Claras do Rio Pinheiros, estecomenzó a degradarse en la década de 1930, cuando comenzó en Sao Paulo la ocupación del suelo a gran escala por la industrialización del país.
Los tres niveles de Gobierno municipal, estatal y federal tienen responsabilidad, según ella, en la situación del Río Pinheiros, que sirvió en la primera parte del siglo XX como escenario de competiciones de regatas y de diversión familiar, como playa fluvial.
Y la clave para recuperarlo está en el “saneamiento básico” de las ocupaciones irregulares para evitar que los desechos de los barrios desemboquen en el río, según la especialista.
“Si paramos de lanzar contaminantes las aguas se recuperan, tienen un alto grado de recuperación”, comentó Goldenstein.
Como ejemplo, citó casos exitosos como los de los ríos urbanos recuperados en Seúl, Corea del Sur y el Támesis, en Londres.
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