26.NOV Martes, 2024
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José Gil de Castro, un maestro de la pintura

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Pintor de libertadores, recoge el legado de uno de los artistas más influyentes de nuestra historia.

“Todos hemos visto sus obras en los textos escolares, pero no conocemos su nombre. Luis Eduardo Wuffarden alguna vez lo llamó ‘el retratista sin rostro’, frase que resulta bastante certera”. Así empieza nuestra conversación con Natalia Majluf, directora del Museo de Arte de Lima y una de las responsables de la gran exposición José Gil de Castro, pintor de libertadores, que, sobre el pintor mulato (Lima 1785-1841), ha montado el MALI.

“Su nombre, a pesar de que muchas de sus pinturas son icónicas y pertenecen a nuestro imaginario, no suena. Cuando dije que íbamos a hacer una muestra de Gil de Castro alguien dijo: “¿sobre Fidel Castro, y en el Museo de Arte de Lima?”. La frase sonó patética pero refleja el nivel de desconocimiento que tenemos sobre él”, prosigue Natalia.

Y todos nos sorprendemos porque el trabajo del artista, como bien dice Majluf, es parte de nuestro imaginario, todos las hemos visto en nuestros textos de historia. Es más, gracias a Gil de Castro todos “conocemos” los rostros de José de San Martín, Simón Bolívar y hasta José Olaya (como puede comprobar observando las obras que ilustran este artículo).

VIDA INTENSA
“Gil de Castro nació en Lima. Fue hijo de un ‘pardo’ libre y de una negra esclava. Su madre ya había sido liberada cuando Gil de Castro nació, pero su hermano siguió siendo esclavo hasta la adolescencia. Esto marcó mucho al artista por eso, para Gil de Castro la búsqueda de reconocimiento y de ascenso social fue parte importantísima de su trayectoria”, nos sigue contando Majluf mientras nos dice que mucho de lo que sabe del pintor es gracias a la investigación colectiva y multinacional que, sobre Gil de Castro, emprendió en el 2008 gracias al apoyo de la Fundación Getty (Los Angeles, Estados Unidos).

Además de Getty, aquí los apoya la AFP Hábitat, y en Chile el Centro Nacional de Conservación y Restauración, y en Argentina la Universidad Nacional de San Martín. ¿Y por qué están comprometidos estos países? Porque Gil de Castro también fue una figura fundacional en su mundo artístico: “En Chile es más conocido que acá”, prosigue Majluf.

Sucede que el pintor tuvo largas estadías en ambos países, donde retrató a sus personajes políticos, económicos y sociales más importantes. Por ello, después de ser exhibida en el MALI, la exposición viajará a Chile y Argentina.

Cuando le preguntamos a Majluf si era común que un pintor, primero, pintase a figuras emblemáticas de la Colonia y, luego de la Independencia, a los libertadores, nos responde: “Por entonces, la pintura era una profesión plebeya. Se trabajaba por encargo. Además, el de pintor era un oficio y los oficios no eran bien vistos. Por eso, la mayoría de pintores eran mulatos o indígenas. Esto cambia recién después de la Independencia”.

Y para terminar de esbozar la estructura mental del artista nos dice: “Gil de Castro apeló a títulos que podrían sonar hasta pretensiosos. Quizás muchos de ellos, y con los que firma sus cuadros, no tuviesen un fundamento real. Él se declara, por ejemplo, Capitán del Cuerpo de Ingenieros del Perú, algo que no pudo ser, pero apela a ellos como una forma de ascenso social”.

Complejo y genial, así era Gil de Castro. Por eso, visitar la exposición que hoy se exhibe en el MALI es fundamental.

ES UNA FIGURA DE CULTO
Análisis: Natalia Majluf/Directora del MALI

Gil de Castro ha sido una figura de culto en el Perú, sobre todo entre curadores de arte, críticos. Sin embargo, no era alguien que el gran público reconociese y eso tiene que ver con la poquísima difusión que ha tenido su obra en los últimos 50 años: en 1971 hubo una muestra pequeña en el Museo de Antropología, Arqueología e Historia, y en 1988 hubo otra organizada por el Banco Continental.

Esto llama la atención porque Gil de Castro definió casi solo la cultura visual de la Independencia sudamericana, y digo esto porque su influencia llegó a Chile y Argentina, Venezuela y Bolivia.

Debemos tener muy claro que la independencia se ganó en el campo de batalla, en el campo ideológico y, también, en el campo simbólico, y en ese terreno Gil de Castro es fundamental.

Por eso, por su relevancia y el poco conocimiento que sobre su vida y obra había, nos embarcamos en este proyecto. Quizás, este sea el más ambicioso que ha desarrollado el MALI en su historia. En ella, apoyados por la Fundación Getty, participan también Luis Eduardo Wuffarden, Roberto Amigo, Néstor Barrio y muchos otros. Y desde 2008, cuando empezamos, se han ido sumando investigadores de Chile y Argentina. Ya publicamo un libro, viene otro en camino.

TENGA EN CUENTA

JOSÉ GIL DE CASTRO, PINTOR DE LIBERTADORES

- Lugar: Museo de Arte de Lima, MALI (Paseo Colón 125, Lima).

- Visitas: De martes a domingo de 10 a.m. a 8 p.m.

- Entradas: 6 y 12 soles.

- Hasta el 20 de febrero de 2015.

Por: Gonzalo Pajares (gpajares@peru21.com)


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