Jimbo, Nemo y Peremese son Los Salvajes. Los tres se conocieron (y estudiaron) en la Escuela Nacional de Bellas Artes. Nemo es krishna, Peremese tiene un apego estético a la cosmovisión andina y Jimbo posee un discurso visual relacionado al ‘underground’ limeño y la migración. Esas visiones individuales se sintetizan y fusionan en Los Salvajes.
En sus inicios, formaron un colectivo interno en la escuela. En sus primeras épocas exploraban la parte oscura del ser humano. Se fueron de viaje y encontraron la madurez artística. Posteriormente, desarrollaron propuestas en torno a los animales: Peremese y Jimbo con los gatos y Nemo con los osos.
“Buscamos dar mensajes positivos. Para mí, es un deber como artista plástico. Así como hay terapias musicales, el arte puede ayudar por el simple hecho de tener un color o mensaje agradable”, explica a Perú21 Nemo (o Santiago Sáenz).
La estética de Los Salvajes parece infantil, pero relacionada con la pureza. El tratamiento del color es intenso y las formas redondeadas son una constante, y suman en esa intención de dar positividad.
Los tres artistas recientemente se juntaron para pintar un mural en la zona de entrada a la comunidad de Alto Perú, en Chorrillos. Dicho evento fue una gestión colectiva entre una conocida marca de zapatillas, la galería Morbo y el Proyecto Alto Perú, que, además, realizan talleres artísticos y deportivos para niños. Todas estas acciones son parte del concurso de video, fotografía y diseño Vans Classic Lima, el cual premiará a tres artistas con un viaje a Nueva York.
GALERÍA URBANA
Morbo, uno de los gestores de este proyecto social de arte, es una galería andante. Es una plataforma de arte urbano que lleva diez años interviniendo en el espacio público, como una forma de reivindicar que este nos pertenece a todos. “Normalmente, el Gobierno está ocupado en otras cosas y no hay quien le preste atención a este tipo de fachadas. A veces no se entiende que sustituir una pared blanca por una obra de arte puede cambiar la actitud de todo un barrio. Nuestro objetivo va por ese lado: devolverle el espacio a la gente a través del arte”, nos explica Jules Bay, fundadora y director de Morbo.
Le preguntamos: ¿trabajar el arte con marcas comerciales no lo desvirtúa? “Se trata de hacer una sinestesia, que todo se alinee y empujemos hacia un mismo objetivo. En este caso, es la transformación social. Y si alguna marca, más los artistas, más nosotros podemos agruparnos para hacer algo posible, bienvenido sea. Si solamente nos quedáramos a esperar que todo se haga autogestionado, quizás no se haría un montón de cosas. Además, los murales no incluyen a la marca comercial en el diseño”, aclara Bay.
El arte cambia nuestras vidas, y si es en la calle, mejor. Visite Chorrillos, sea parte del cambio.
OPINA
- “No consideramos que seamos una propuesta ‘underground’. Lo que buscamos es contacto con la población. La gente te pregunta o te felicita. El arte puede cambiar la vida de las personas, y más de los niños”, argumenta Santiago Sáenz.
Por: Mijail Palacios Yábar (mpalacios@peru21.com)
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