‘Dibujando Memorias’, un documental sobre violencia y esperanza

Tras varias idas y vueltas a Huancavelica, Marianne Eyde no lo dudó más; se dirigió al centro de Lima para comprar varios metros de lienzos. También llenó su maleta de lápices, plumones y algunos tubos de pintura sacados del armario de su hija artista. Con todo ello regresó a Sacsamarca, a la espera de acoger una historia, un recuerdo.

CONTAR PARA NO OLVIDAR
Desde hace un año Marianne venía entrevistando a diversas familias en este pueblo huancavelicano que bordea los 4 mil metros de altura. Sacsamarca fue una de las localidades que fueron azotadas por la violencia que inició Sendero Luminoso durante la década de los ochenta. Tras la pacificación, el miedo encerró al pueblo. “Los padres no contaban estas historias a sus hijos”, señala la cineasta noruega que llegó al Perú en 1970 para no irse nunca más.

Marianne encontró un problema: cada palabra narrada reabría una herida. ¿Cómo disminuir el dolor de estas historias marcadas por la violencia y el terror? “Cuando uno ha pasado por algo que le dolió mucho el contarlo otra vez hace que reviva todo, no buscaba eso”, precisa Marianne.

Luego de impartir talleres de fotografía y pintura encontró que los dibujos podrían servir como transmisores de todos esos recuerdos y emociones. Les pidió a los pobladores que junto a sus hijos ilustren sus historias. La cineasta consiguió trazos de dolor y tristeza, pero también episodios de coraje y lucha ante la violencia que no dio tregua durante esos años. Pero, sobre todo –aclara Marianne- pudo llevar a cabo esa transmisión de padres a hijos de estas historias que no merecen ser olvidadas.

Tras ver sus buenos resultados decidió repetir la fórmula en las comunidades de Chopcca- Ccasapata y Mesaccocha.

“Además, les pedí que dibujen cómo veían su presente y su futuro, no quería que solo se mantengan en el pasado”, explica la cineasta, quien de todo este trabajo logró producir Dibujando Memorias, un documental de 52 minutos que forma parte de la competencia oficial en su categoría del Festival de Cine de Lima.

Marianne tiene la esperanza que su cinta pueda ser comprada por algún canal de señal abierta para ser difundida a nivel nacional. “El trabajo está pensado para que hasta un niño la pueda ver”. Por lo pronto, ella volverá a Huancavelica en septiembre para proyectar su trabajo y volver a ver esos lienzos que la llenan de esperanza y que le susurran que lo mejor para esas comunidades está por venir.

Pablo Vilcachagua Cancino (pablo.vilcachagua@peru21.com)
@pablovil