Alrededor de 300 personas se reunieron la tarde de este miércoles en la Plaza San Martín de Lima para mostrar su respaldo a la labor que realizó la exprocuradora Julia Príncipe, quien fue cesada del cargo el último martes, antes de que el entonces ministro de Justicia, Gustavo Adrianzén, presentara su renuncia.
Estudiantes, ciudadanos e integrantes de diversos colectivos se hicieron presente y mostraron sus discrepancias con la medida tomada por el Ejecutivo. Julia Príncipe se reunió con diversos organizadores de la marcha, y envió un mensaje a la ciudadanía.
Con arengas como “Julia dignidad”, “No a la mordaza”, “Este gobierno no me representa”, “Gobierno corrupto”, la ciudadanía mostró su rechazo al cese de Julia Príncipe, quien tenía a su cargo los casos de la red de Rodolfo Orellana y las agendas vinculadas a la primera dama, Nadine Heredia.
A los alrededores de la Plaza San Martín se advirtió la presencia de varios efectivos policiales. Durante la llegada de más ciudadanos a la concentración, Perú21 trató de recoger las opiniones de estos.
Carlos Benítez, estudiante de Derecho, indicó que faltó a sus clases de la universidad para apoyar a la exprocuradora, y se mostró en contra de la mordaza y la corrupción.
Durante la marcha de respaldo, que se convocó a través de las redes sociales bajo el hashtag #YoSoyJuliaPríncipe, sujetos quemaron la maqueta de un cajón fúnebre.
Sobre un improvisado estrado, la exprocuradora Julia Príncipe emitió un breve discurso de agradecimiento, reiteró que seguirá luchando por fortalecer la democracia y hacer frente a quienes responden a intereses subalternos.
“Quiero agradecer a los medios de sociedad civil, a los medios de comunicación y a los líderes de opinión de la población por su solidaridad y respaldo… En especial quiero manifestar que estoy gratamente conmovida con ustedes los jóvenes por su solidaridad y preocupación por la institucionalidad. Son ustedes los que tendrán entre sus manos el futuro del país, son ustedes quienes van a tener la gran responsabilidad de construir institucionalidad y fortalecer la democracia. Lo que me ha sucedido – si algo positivo debería dejarnos – es que motive a la sociedad de reflexionar sobre la necesidad de fortalecer la democracia; y esto no será posible si no tenemos instituciones fuertes y sólidas que sirvan a los intereses de la ciudadanía y estén en capacidad de hacer frente a quienes responden a intereses subalternos y, como he manifestado, reitero una vez más mi compromiso de seguir luchando por esos objetivos”.
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