El Vaticano ya tiene dispuestas la nueva barbería y las duchas destinadas a prestar servicio a los mendigos que viven en la zona, según una iniciativa del papa Francisco en el marco de sus obras de caridad.
En concreto son tres duchas y una barbería que podrán ser utilizadas por las personas que a menudo viven y duermen en el Vaticano, bajo las columnas de la plaza de San Pedro y en los alrededores.
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Grifos de agua caliente, dispensadores de jabón o secadores de manos activados con fotocélulas son algunas de las facilidades de las que se podrán beneficiar estas personas sin hogar.
La construcción de estas duchas, que se ha realizado gracias a técnicos vaticanos, fue autorizada por el Papa Francisco el pasado noviembre, después de que el limosnero vaticano, Konrad Krajewski, le contase cómo estas personas, que duermen cada noche en los alrededores de la plaza, no encuentran sitios para asearse.
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El limosnero del Papa Francisco, a quien todos conocen como Don Corrado, explicó al obispo de Roma que había invitado a una de estas personas, un italiano llamado Franco, a comer por su cumpleaños, pero que este lo rechazó porque se avergonzaba ya que “olía mal”.
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“Le llevé de todas maneras a comer, a un restaurante chino, y me reconoció que en Roma siempre se consigue algo para comer, pero que faltan sitios para lavarse”, relató Krajewski. Aunque organizaciones sin ánimo de lucro como Cáritas ofrecen desde hace tiempo servicios similares, Franco contó a Krajewski que “están siempre llenos”.
El papa Francisco, sensible siempre a las necesidades de los más pobres, impulsó la construcción de las duchas. Se podrán utilizar todos los días, excepto los miércoles, que es cuando se celebra la audiencia general en la plaza de San Pedro, ni tampoco durante las ceremonias religiosas.
La barbería, por su parte, permitirá a los mendigos cortarse el pelo y afeitarse, aunque está previsto que solo esté abierta los lunes de 9 a.m. a 3 p.m. Para prestar este servicio se han ofrecido barberos voluntarios y estudiantes del último año de una escuela de peluqueros de Roma.
No es la primera vez que el papa Francisco muestra su interés por estos mendigos que viven cerca de la plaza de San Pedro.
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El pasado 5 de febrero, el papa Francisco mandó regalar 300 paraguas, que pertenecían a turistas pero que se los dejaron olvidados en los museos vaticanos, para que pudieran resguardarse de la fuerte lluvia.
Además, con motivo de su 78 cumpleaños, el 18 de diciembre regaló 400 sacos de dormir a quienes viven en las calles de Roma.
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