Manifestantes se enfrentaron el jueves con petardos y palos a fuerzas antimotines que amurallaron el Palacio Nacional, en Ciudad de México, al cierre de una jornada en que decenas de miles personas que exigieron la renuncia del presidente, Enrique Peña Nieto, por la desaparición de 43 estudiantes.
Con gases lacrimógenos, chorros de agua y extintores de fuego, cientos de policías, protegidos con escudos y cascos, lograron desalojar a los manifestantes de la emblemática plaza del Zócalo, corazón de la capital, donde está la sede de Gobierno.
Armados con palos y bombas molotov, jóvenes encapuchados intentaron traspasar las vallas metálicas que resguardaban el Palacio, pero la Policía los contuvo, mientras que el fuego de los petardos no logró alcanzar la puerta.
El secretario de Gobernación (ministro del Interior), Miguel Ángel Osorio Chong, dijo a la cadena Televisa que se trató de grupos “ajenos al movimiento” por los 43 estudiantes, “que se caracterizan por su violencia y que no es la primera vez que lo hacen”. Indicó que 31 personas fueron detenidas.
“¡Fuera, Peña Nieto!”, “¡Renuncia!” y “Justicia” gritaban varios jóvenes que protestaron por la desaparición de 43 estudiantes de la escuela de maestros de Ayotzinapa, en el sureño estado de Guerrero, el 26 de septiembre en Iguala, tras ser atacados por agentes corruptos y narcos bajo órdenes del alcalde local vinculado al cártel Guerreros Unidos.
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