El presidente de México, Enrique Peña Nieto, protagonizó por segunda vez la tradicional ceremonia del Grito de Independencia en la capital, a la que asistieron miles de personas entre fuertes medidas de seguridad.
Frente a la multitud que casi llenaba la plaza del Zócalo, la mayor del país, Peña Nieto salió al balcón del Palacio Nacional acompañado de su esposa, la actriz Angélica Rivera.
El mandatario arengó a los asistentes con las tradicionales vivas a los líderes independentistas y lanzó tres veces el grito de “Viva México”, para luego ondear la bandera mexicana y dar paso a unos juegos pirotécnicos.
Anteriormente se realizaron actuaciones musicales de artistas locales como Joan Sebastian, Belinda y Reik.
Las autoridades capitalinas desplegaron a más de 3,000 policías que instalaron varios filtros de seguridad con detectores de metales para resguardar este festejo por el 204 aniversario de la independencia mexicana, del que no se han reportado incidentes.
El festejo del “Grito”, que se celebra en la mayoría de plazas del país y también por migrantes mexicanos en otros países como Estados Unidos, recrea el acto en el que el sacerdote Miguel Hidalgo y Costilla llamó en 1810 desde la iglesia de Dolores a los mexicanos a la insurgencia contra España. México consumó la independencia en 1821.
Las últimas celebraciones del “Grito” en México, un país azotado en los años recientes por la violencia del narcotráfico, se vieron ensombrecidas en 2008 por un atentado con granada que dejó ocho muertos en Morelia, capital de la convulsa región de Michoacán.
En 2013, la primera ceremonia que encabezó Peña Nieto (2012-2018) estuvo marcada por el violento desalojo días antes de miles de maestros que estaban instalados en el Zócalo en el marco de una fuerte campaña de protestas contra una reforma educativa.
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