06.MAY Lunes, 2024
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Lula da Silva duró 40 minutos como ministro porque la justicia suspendió su asunción

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En medio del escándalo por corrupción en Brasil, expresidente asumió esta mañana. Ceremonia tuvo pico de tensión cuando opositor gritó “vergüenza”.

[ACTUALIZACIÓN 10:10 AM]
Lula da Silva solo estuvo 40 minutos como jefe de gabinete de Dilma Rousseff, ya que una decisión de la Corte Federal en Brasilia (Brasil) ordenó este jueves la suspensión del acto de nombramiento del expresidente.

La decisión la tomó el juez Itagiba Catta Preta Neto, del Tribunal Federal en Brasilia, porque considera que hay pruebas de la comisión de un delito cometido, informó el diario Folha de Sao Paulo.

“A la luz del riesgo de perjudicar el libre ejercicio del poder judicial (…) concedo la petición de una medida cautelar para suspender la nominación del Sr. Luiz Inácio Lula da Silva”, escribió el juez en su decisión, a la que accedió la agencia Reuters.

El Abogado General de la Unión, José Eduardo Cardozo, dijo que el Gobierno Federal aún puede apelar esta decisión que suspende la asunción de Lula da Silva como ministro de la Casa Civil.

El nombramiento de Lula da Silva fue publicado en la edición especial de la “Gaceta Oficial” este miércoles, el mismo día en que él aceptó asumir el cargo tras reunirse con Dilma Rousseff en el Palacio de la Alvorada.

LA CEREMONIA
Dilma Rousseff le tomó juramento a Lula da Silva como nuevo ministro en una ceremonia en la que criticó duramente a los jueces que lo investigan por supuesta corrupción.

“Las circunstancias actuales me dan la magnífica oportunidad de traer al Gobierno al mayor líder político de este país”, dijo Rousseff en el Palacio de Planalto, al que acudieron cientos de parlamentarios tanto oficialistas como opositores.

En un clima polarizado, Rousseff expresó su “repudio total e integral” a la divulgación por parte del tribunal que investiga a Lula da Silva, de unos audios de una conversación entre ambos, que parece sugerir unas maniobras de la mandataria para influir en favor de su nuevo ministro.

“La gritería de los golpistas no me va a sacar del rumbo ni va a poner de rodillas a nuestro pueblo”, exclamó Rousseff, mientras un bando de los asistentes gritaba “¡No habrá golpe! ¡No habrá golpe!”.

“Cuento con su experiencia de expresidente, con su identificación con el pueblo de este país, con su incomparable capacidad (…) de entender a ese pueblo y de ser entendido y amado por él. (…) Usted tiene la grandeza de los estadistas y la humildad de los verdaderos lideres”, afirmó Rousseff sobre Lula da Silva, levantando estruendosos aplausos.

Un breve tumulto se produjo en la ceremonia cuando un diputado opositor se levantó al grito de “¡Vergüenza!”, ante los abucheos de los presentes.

[NOTA ORIGINAL]
El expresidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva se convirtió este jueves en ministro de la mandataria Dilma Rousseff, amenazada por un proceso de destitución, en un país conmocionado por la difusión de una embarazosa conversación entre ambos dirigentes.

[Brasil: Audio evidencia que Dilma Rousseff designó a Lula como ministro para salvarlo de prisión]

Miles de manifestantes protestaron durante la noche en Sao Paulo, Brasilia y otras ciudades contra la decisión de Rousseff de nombrar ministro jefe de gabinete a Lula da Silva, investigado por causas relacionadas con el escándalo de la estatal petrolera Petrobras. El domingo pasado, más de tres millones de personas exigieron la renuncia de la mandataria.

[Brasil: Miles salen a las calles para exigir la destitución de Dilma Rousseff (Fotos)]

También los partidarios de Lula da Silva y del gobierno buscaban movilizarse, en vísperas de una jornada de manifestaciones convocadas por el oficialista Partido de los Trabajadores (PT), la Central Única de Trabajadores y otras organizaciones.

Grupos de simpatizantes de Lula da Silva se congregaban desde primeras horas de la mañana frente al Palacio de Planalto, cuya seguridad fue reforzada, en espera de la ceremonia, informó un fotógrafo de la AFP.


“¡No va a haber golpe!”, gritaban unos cientos de simpatizantes vistiendo camisetas rojas.


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