Una mangosta del Parque Nacional Masaai Mara en Kenia se enfrentó a cuatro leones que la acorralaron e intentaron comérsela.
Sin embargo, el pequeño animal logró salvarse gracias a su fiereza: hizo que los felinos retrocedieran cuando estos se disponían a atacarla.
La mangosta incluso saltó y mordió en la boca a los leones. El mamífero luego escapó para esconderse en un hueco sobre la tierra.
Sin embargo, no se quedó ahí. A los pocos segundos, salió de su refugio para continuar chillando y asustando a los felinos.