Teresa Romero, la auxiliar de clínica española que fue la primera infectada con ébola fuera del continente africano, fue dada de alta este miércoles del hospital de Madrid donde ha estado ingresada un mes tras superar la enfermedad.
La sanitaria, de 44 años, llegó a la sala de prensa del Hospital Carlos III de Madrid acompañada por su esposo y compañeros, quienes le brindaron un gran aplauso.
“Aún me encuentro muy débil”, indicó antes de explicar que su deseo ahora es recuperar la tranquilidad y estar cerca de su familia.
Romero aseguró que no guarda “rencor ni reproches” contra dirigentes políticos como el máximo responsable de Sanidad de la región de Madrid, quien la acusó de haber mentido y le responsabilizó de su propio contagio. “Yo no sé qué falló, ni siquiera sé si falló algo”, puntualizó.
Su esposo, Javier Limón, que también permaneció aislado en el hospital durante varias semanas para evitar el riesgo de un nuevo contagio, ya anunció hace días que va a emprender acciones legales contra las autoridades.
“Los abogados serán quienes informen sobre los pasos a seguir. Ahora llega el tiempo de descansar, de que me recupere para poder trasmitirles mi experiencia”, dijo hoy Romero.
A su lado, Limón tuvo unas palabras para el perro de la pareja, Excálibur, que fue sacrificado cuando se conoció la infección de Romero. “Fue ejecutado (…) y ni siquiera se comprobó que estuviera afectado”, denunció mientras Romero lloraba a su lado.
Además, agradeció a la muestras de apoyo de las organizaciones que defienden a los animales y comentó que Excálibur era muy importante para ellos. “A nadie le importó lo relevante que era para una familia que no tiene hijos”, dijo.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.