Un accidente entre dos trenes en el estado de Rio de Janeiro causó el lunes 229 heridos, la mayoría con lesiones leves, tras lo cual autoridades impondrán sanciones a un servicio cada vez más cuestionado por sus máquinas vetustas.
El choque, que se registró hacia las 8 p.m. (hora local), involucró a un tren que embistió por detrás a otro que dejaba pasajeros en una estación de Mesquita, a 34 kilómetros de la ciudad Rio de Janeiro.
El más reciente balance cifró en 229 las personas atendidas por cortes, lesiones y fracturas. Las autoridades habían informado previamente de 158 heridos. La mayoría fue llevada al hospital de Nova Iguaçu.
Hasta la tarde de este martes, cinco personas seguían internadas, aunque su condición es estable, dijo el centro hospitalario en un comunicado.
Los bomberos auxiliaron en el lugar a decenas de pasajeros que lograron salir de los vagones estropeados. Varios de ellos denunciaron a la prensa haber sido víctimas de robos por delincuentes que ingresaron a los trenes tras la colisión.
“Había mucha gente lastimada, sangrando (…) Hubo humo y la gente creía que el tren iba a explotar. Era una escena de guerra”, recordó Thiago Portela, un funcionario bancario de 28 años que viajaba en el tren impactado en la estación.
Criticada por sus muchas unidades viejas y sin aire condicionado, en el que viajan apiñados los pasajeros en horas pico, el sistema de trenes suburbanos moviliza a diario unas 620,000 personas entre Rio y localidades vecinas.
A raíz del accidente del lunes, el servicio ferroviario fue suspendido temporalmente en uno de los tramos de la ruta. La empresa Supervia, responsable del sistema, retomó este martes las actividades tras retirar los trenes impactados.
#ÚltimaHora Reportan un choque entre dos trenes en Río de Janeiro; hay heridos pero aún no confirman el número. pic.twitter.com/CfB29WrVl0
— Carlos González (@_CarlosGlez) enero 6, 2015Según contaron testigos a la prensa, el tren que embistió al otro presentaba algunas fallas desde que salió de la estación Central de Brasil, la principal del centro de la ciudad, y no iba a alta velocidad.
“Más o menos iba a unos 20 kilómetros por hora pero igual tuve arañazos en el brazo y rostro. Iba bien lento, sino se moría todo el mundo”, dijo a la prensa Daniel Ávila, uno de los pasajeros.
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