La historia de Hugo Salazar es llamativa: un pintor que, para sobrevivir, tuvo que recurrir a diversos oficios como ser vigilante. Y, claro, también tuvo que abandonar su carrera de pintura.
Pero el hombre no se amilanó: ha ido ganando poco a poco un espacio en nuestra plástica y ahora regresa a las galerías limeñas como curador de una muestra, ‘Vulnerablemente desnudo’, que tiene como protagonista al cuerpo humano.
Exploración humana
Para ella ha convocado a trece artistas de Bellas Artes, escuela donde se formó: Abel León, John Chauca, Agustín Rojas, José Carlos Vargas, César Ardiles, Adrián Príncipe, Samuel Peláez, Leo Rivera, Eduardo Bulnes, Ronny Camero, Wilfredo Mandachari, Ximena Vásquez, Millard Yanque, Ernesto Guerra, José Mamani y el propio Salazar.
Salazar nos dice que en el Perú –salvo los cursos obligatorios donde los alumnos deben pintar o esculpir una figura, o artistas como Carlos Baca Flor (hace un siglo) o Carlos Revilla– poco se ha trabajado el desnudo. Esto, quizá, por el falso pudor que impera en nuestra sociedad. “Pretendo hacer una exploración plástica del cuerpo y del mundo interior del artista. La metáfora es evidente: el cuerpo está desnudo; el artista, también”.
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