El 20 de diciembre del 2014 empezó a operar el corredor Javier Prado-La Marina-Faucett. Han pasado más de 400 días y ese eje vial presenta, aún, serias deficiencias.
Hasta hoy el corredor Javier Prado no cuenta con un patio de maniobras y sus paraderos no están bien señalizados. Tampoco tiene personal que se encargue de cobrar los pasajes antes de que los pasajeros suban a los buses.
Perú21 comprobó que el corredor no tiene un terminal terrestre al finalizar su recorrido en Ate. En el lugar, los buses se estacionan frente al estadio Monumental de Universitario.
En esa zona, un edificio de tres pisos –ubicado en el jirón Puruchuca Mz. A, lotes 25 y 26– sirve como lugar de descanso de los choferes. En el frontis de este local se han acondicionado ventanillas, en donde los conductores de los buses entregan el dinero que ganaron en cada viaje. “Aquí dejamos el sencillo”, afirmó uno de los conductores que no quiso identificarse.
También comprobamos que el primer paradero de este sistema de transporte –en el cruce de las avenidas Javier Prado y Huarochirí– brilla por su ausencia. “Aquí esperamos a los buses, es el paradero inicial, pero nunca lo han señalizado”, dijo Doris Mendoza.
Esta vecina de la urbanización Santa Patricia, en La Molina, lamentó, además, que este eje vial –el que, se supone, es el más moderno de Lima– carezca de un sistema óptimo para cobrar el pasaje. “Ni siquiera tiene personal que nos venda los boletos antes de subir al bus. Debido a ello, la unidad se demora una eternidad en partir”, reclamó.
En efecto, en esa estación vimos que cada unidad pierde hasta diez minutos en cobrar el pasaje a los peatones que han formado una larga cola. “Esto se repite todos los días y es peor en las horas punta”, manifestó otro usuario.
GASTAN HASTA 400%
Otra de las quejas es que aún no se implementan los alimentadores hacia Ate, La Molina y Pachacámac. Uno de los perjudicados es el señor Rocky Alzamora. Antes de que se pongan en marcha los buses azules, gastaba S/1.50; ahora debe desembolsar S/6.00 para llegar a su destino. Es decir, gasta ahora hasta 400% más.
“Antes tomaba una cúster de Pachacámac a San Isidro, en donde trabajo. Ahora tengo que invertir cuatro veces más, tomo un colectivo, que es inseguro y peligroso”, manifestó. Similar panorama viven a diario miles de vecinos de Pachacámac, Manchay y Ate.
Al respecto, Fabricio Orozco, representante legal del consorcio Javier Prado Express, dijo que el contrato que se firmó en la gestión de la ex alcaldesa Susana Villarán no incluía la edificación de un terminal de intercambio, que se necesita para integrar los buses alimentadores con las unidades que van por el eje troncal.
“Solo indica que debemos tener terminales en las cabeceras, pero no en las zonas de intercambio”, manifestó. Además, afirmó que es competencia de la Alcaldía de Lima implementar y dar mantenimiento a los paraderos de la vía Javier Prado. “El municipio no quiere invertir en infraestructura. Nosotros ya hemos gastado mucho en comprar buses modernos y en adquirir dos terminales en Manchay y Ate”, expresó.
TENGA EN CUENTA
- El sábado comenzó a operar en el eje vial Javier Prado-La Marina-Faucett el segundo consorcio. Se trata de la empresa Expreso Javier Prado.
- Esta empresa comenzó a trabajar con 35 buses de 12 metros de largo y tres buses articulados de 18 metros.
- David Hernández, vocero de Protransporte, recalcó aquel día que dentro de poco se sumarán otros 25 buses de 12 metros.}
Por: Óscar Flores (oscar.flores@peru21.com)
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