Michela de Gregori y Paula Aragonés: Pasión adolescente por el surf

Paula Aragonés tiene la mirada firme, los rasgos bien marcados, sonrisa relajada y su hablar es natural como las olas del mar que tanto le apasionan. Michela de Gregori es serena, un poco desconfiada, hasta distraída, solo le importa mirar el mar mientras le preguntas, es de respuestas breves, pero convencida de que su pasión es correr tabla. Ellas tienen 14 años y sueñan con el mar.

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“Me gusta la sensación de correr la ola y dominarla, ser parte del mar y, sobre todo, hacer lo que te gusta. Correr tabla es la felicidad”, nos dice Paula, quien tiene apenas un año entrenando y admira lo lejos que llegó Sofía Mulanovich. “Es algo increíble. Uno está pensando constantemente en cómo lo hizo”, agrega.

A veces es falso que las pasiones están en el ADN o que el talento se hereda. El papá de Paula le tiene fobia al mar y a su mamá no le gusta este deporte. “Pero, entre broma y broma, ahora los dos ya se quieren meter”, aclara Aragonés.

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Michela es la más experimentada. Comenzó a los 11 años y, para ella, estar en el mar es como estar en un mundo paralelo, desconectado de todo. “Sentir que agarras la ola y te diviertes con ella”, asegura. Su sueño es llegar a competir por todo el mundo.

SENTIR MIEDO
El miedo es parte del placer por el mar. Sin él, no sería lo mismo. El mar es tan bello que da miedo. “Hay ocasiones en las que te metes y ves un ‘espumón’, y dices acá me quedé, te revuelca, no ves dónde es arriba ni dónde es abajo, y te asustas”, cuenta Paula. “En ese momento uno piensa en la manera de salir”, añade Michela. Todo es parte de la experiencia y, si realmente te gusta, regresas.

Michela piensa todo el tiempo en el día que tiene que ir a correr tabla. Paula está durmiendo y se despierta pensando en que ya es hora de ir al mar. En noviembre podría ser su debut en un torneo. Ellas entrenan y nosotros aplaudimos. Bravo, chicas.

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