El día que Andrés Edery cumplió 14 años vio publicada su primera viñeta política en ‘No’, el suplemento de humor de la revista Sí. Lo había recomendado Ricardo Morales, el jesuita que dirigía el colegio donde estudiaba, La Inmaculada.
El suplemento era dirigido por Juan Acevedo, quien vio en ese púber –y en otro joven que por allí pululaba, de nombre Beto Ortiz– un talento creativo bastante inusual.
Así, de la noche a la mañana y sin pensarlo, un muchacho tímido que hasta entonces jugaba con los animales que sus abuelos tenían en su jardín ingresó al mundo del arte… y de la prensa.
VIVIR PARA DIBUJAR
Por recomendación de Beto Ortiz, pasó a Página Libre, el diario dirigido por Guillermo Thorndike (y promovido por Alan García), creado para boicotear la candidatura de Vargas Llosa y, de paso, promover la de Alberto Fujimori.
Allí, Thorndike le dio una página entera para que contara las venturas y desventuras de un muchacho de 15 años. De yapa, ilustraba las columnas diarias de Rafo León. “Tenía 15 años y, muchas veces, no entendía lo que Rafo escribía”, nos dice, a la vez que nos cuenta que iba en uniforme de colegio a Página Libre y que, a esa edad, llegó a ganar más que su mamá.
Por esos días, Jaime Bayly tenía el programa más interesante de la TV peruana, e invitó a Rafo a su set. El creador de ‘La China Tudela’ decidió ir junto con su jovencísimo ilustrador. Balbuceó un par de cosas, pero al siguiente día era un ídolo en su colegio.
Sintiéndose un ‘rockstar’ ingresó a la Católica para estudiar Pintura. La pasó mal, fueron tres años caóticos: de genio precoz pasó a ser uno más.
“No fue bueno quemar etapas. Me metí en un mundo de adultos que no entendía. Mi error fue creérmela”, nos dice hoy, a sus 40 años, casado y convertido en padre, en el tercer piso de la casa –la de sus abuelos– donde creció.
En los 90, en plena dictadura fujimorista, trabajó en medios cercanos al tirano, pero Edery dice que, felizmente, pudo mantener su libertad creativa. Luego vino la democracia y, riéndose, nos cuenta que la tiranía le daba más combustible a su creatividad… pero, felizmente para el humor, el Perú es un país donde siempre pasan cosas, sobre todo de las malas, de esas que alimentan la ironía y el humor.
Genio precoz o no, lo cierto es que nunca dejó su pasión por la pintura, y, en los momentos que el trabajo con las viñetas se lo permitía, comenzaba a pintar.
“En mi pintura casi siempre aparecen mis abuelos y animales, personajes que poblaron mi mundo infantil. Durante un tiempo pinté perros feroces: les tengo fobia. De niño uno me quiso morder, pero mi abuelo me defendió, y el mordido terminó siendo él. La escena quedó en mi inconsciente porque siempre los dibujo”, nos dice.
Pero en este universo también hay gallos, elefantes, gorilas… y mucha ternura, ese trazo ‘infantil’ que quizá sea el vaso comunicante entre sus viñetas y su pintura, y que uno puede apreciar en Ilustrazoo, la muestra de pintura que inaugura mañana. Hoy se siente pleno: pinta, dibuja, tiene una familia y gente, como nosotros, que lo admira.
“ILUSTRAZOO” – Pinturas de Andrés Edery*
- Lugar: Librería El Virrey, segundo piso (Bolognesi 510, Miraflores)
- Inauguración: 7:30 p.m.
- Visitas: De lunes a sábado, de 9:30 a.m. a 8 p.m.
- Ingreso libre
Gonzalo Pajares C. (gpajares@peru21.com)
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