Una fuerte tormenta de nieve sumió hoy en el caos a la capital de Rusia, Moscú, donde se registraron enormes embotellamientos y retrasos masivos en los vuelos.
Los meteorólogos pronosticaron que la tormenta amainará en la noche de este jueves. Debido a que las calles amanecieron cubiertas de nieve, decenas de miles de personas llegaron tarde al trabajo. Algunos ministros incluso se perdieron la última reunión de gabinete del año, informó la agencia Interfax.
En Rusia el día de Navidad no es festivo, porque los ortodoxos celebran esta fiesta religiosa unos días después que en Occidente, a principios de enero.
Los conductores no tenían visión debido a la intensa nevada y el tráfico quedó paralizado en muchos lugares. Las autoridades pusieron a trabajar a unos 10,000 quitanieves, pese a lo cual la nieve seguía cubriendo las calles y las aceras hasta la altura de los tobillos.
También se vieron afectados los aeropuertos y hubo que retrasar unos 150 vuelos, según Interfax. Decenas de aviones no pudieron aterrizar y tuvieron que ser desviados.
Se espera que a lo largo del día caigan hasta 10 centímetros de nieve nueva y para el viernes se pronostican en la capital rusa temperaturas de hasta -10°C.
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