A un día de la votación que decidirá el juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff, una serie de protestas en contra del impeachment se registraron en diversos puntos de Brasil.
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Las marchas forman parte del llamado ‘Día Nacional de Paralización y Movilizaciones contra el Golpe’ que es organizado por los grupos sociales que defienden al Gobierno, como son el Movimiento de los Sin Tierra (MST) y la Central Única de los Trabajadores (CUT).
Los protestantes consideran que el juicio político que se decidirá en el Congreso carece de base jurídica y es, como sostiene el gobierno, un intento de golpe de Estado.
Los promotores de la marcha convocaron las protestas en las redes sociales e invitaron a sus militantes a “Ocupar todo contra el golpe”.
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Los bloqueos se realizaron en importantes carreteras federales de Brasil, en algunas de las cuales los manifestantes quemaron neumáticos y ocasionaron grandes embotellamientos en estados como Sao Paulo.
Algunas manifestaciones fueron disueltas horas después ante la intervención de la Policía Federal de Carreteras.
Las protestas también se extendieron a avenidas en ciudades como Sao Paulo en donde los bloqueos en las vías que bordean los ríos Pinheiros y Tieté ocasionaron uno de los mayores embotellamientos de los últimos meses en la ciudad, con 121 kilómetros de calles con tránsito lento.
También se reportaron marchas en carreteras de los estados de Río de Janeiro, Minas Gerais, Río Grande do Sul, Bahía, Paraíba, Paraná, Pernambuco, Río Grande do Norte, Espíritu Santo, Maranhao, Santa Catarina, Ceará y Piauí.
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En Río de Janeiro, los manifestantes bloquearon la carretera federal BR-101, una de las más importantes por recorrer gran parte del literal brasileño del norte al sur del país.
La apertura del impeachment se decidirá mañana en el pleno del Senado y en caso sea aprobada por, al menos, 41 de los 81 senadores, obligará a Rousseff a separarse del cargo por 180 días. En ese periodo, será sustituida por el vicepresidente Michel Temer.
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