Las autoridades sanitarias de Dallas (Estados Unidos) iniciaron este lunes el análisis de los orines y excrementos de ‘Bentley’, el perro de una de las enfermeras contagias por ébola en esa ciudad, en busca de rastros del virus.
La alcaldía de Dallas informó en un comunicado que las autoridades instalaron una “jaula especial” para que el perro deposite las heces, que posteriormente serán evaluadas.
“Esta es la forma menos invasiva y más segura para llevar a cabo el proceso de pruebas para ‘Bentley’”, resalta la nota, que también detalló que la materia fecal del can será analizada diariamente hasta que supere el periodo de aislamiento, de 21 días.
Desde que su propietaria, Nina Pham, fue internada el pasado 10 de octubre, las autoridades se hicieron cargo de ‘Bentley’ y lo aislaron en unas instalaciones para el cuidado de animales.
Pham formaba parte del grupo de trabajadores sanitarios que atendió al liberiano Thomas Eric Duncan, el único enfermo de ébola que ha fallecido en Estados Unidos hasta ahora.
El alcalde de Dallas, Mike Rawlings, explicó entonces que los protocolos establecidos preveían no sacrificar al perro mientras no mostrara síntomas de ébola. “El perro es muy importante para la paciente y queremos que esté a salvo”, manifestó.
El caso evoca el de ‘Excalibur’, el perro de la enfermera contagiada de ébola en España, Teresa Romero, que sí fue sacrificado por las autoridades de ese país pese a que no existían las evidencias de que estuviera contagiado.
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