La voz de Edita Guerrero Neira, ex vocalista de Corazón Serrano, se apagó hace un año. Paul Olórtiga, su viudo, fue el primero en visitar su tumba en el cementerio Parque del Buen Recuerdo, ubicado en el distrito piurano de Castilla, por el primer aniversario de su muerte.
El odontólogo, quien hasta purgó condena en el penal de Río Seco, por supuestamente causarle la muerte a la artista, se arrodilló y rezó en el lugar en el que descansan los restos de la recordada intérprete. Él estuvo acompañado por los dos menores hijos que tuvo con la fundadora de Corazón Serrano.
Pedro Guerrero y Eladia Neira, padres de Edita Guerrero, así como sus seis hermanos, también visitaron la tumba de la desaparecida cantante e hicieron un responso.
Decenas de fans de la fallecida fundadora de Corazón Serrano también acudieron al camposanto con globos y arreglos florales.
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