Carlos Viguria
@cviguria
En febrero pasado, la actriz Magaly Solier manifestó a la revista universitaria Entérate que el cine ayacuchano es “simplemente una porquería” y que los filmes en otras provincias “dan mucha pena”. Sus duras críticas nos llevaron a preguntarnos qué es lo que ocurre en el cine regional y conocer cuál es su aporte al séptimo arte. Lo que pudimos conocer puede sorprenderlo y llamar su atención ante esta manifestación artística que tuvo un punto de quiebre hace más de 20 años.
Pierre Emile Vandoorne, director de la Dirección del Audiovisual, la Fonografía y los Nuevos Medios (DAFO) del Ministerio de Cultura, declaró a Perú21 que el cine de regiones ha sido estudiado como un “fenómeno cultural que se origina en Ayacucho”. Además, señala que es muy diverso y se realiza de forma autogestionada, con fondos del Estado y otras con enfoque comercial.
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Según Vandoorne, desde 1996 (año que coincide con la masificación de los equipos digitales) a 2015 se han producido en los diversos departamentos del país, sin contar Lima, 146 películas de más de 75 minutos y 216 filmes de 45 minutos. La mayoría de estos filmes provienen de Ayacucho (37), Puno (36), Junín (21) y Cajamarca (19).
Terror, drama y más
Las películas del cine regional desarrollan diversos géneros. En su mayoría son melodramas y películas de terror (25.9% y 22.4%, respectivamente), también son thrillers, cintas de acción, documentales y filmes de contenido religioso.
El director iquiteño Paco Bardales asevera que en muchos casos los realizadores regionales buscan trabajar los géneros que se siguen a nivel comercial. Ello ocurre con el cine de terror, debido a que en las regiones “apelan mucho a la mitología local. Como el caso de la selva, que está plagada de mitos, de espíritus, criaturas, etc.”, nos comentó.
El crítico de cine y conductor del programa ‘El placer de los ojos’, Ricardo Bedoya, nos comentó que si bien no es un cine muy logrado a nivel expresivo, su “importancia es que tiene un valor cultural porque expresa realidades y voces que no habían sido mostradas en el cine peruano antes”.
Los directores regionales, según Bardales, tienen interés en plantear dentro de las variedades de género, historias que puedan ser cercanas a su propia experiencia y a la de los espectadores, por ejemplo, terrorismo, delincuencia, dramas familiares y mitología (pishtacos, jarjachas).
Además de estos filmes, existe otra vertiente que trabaja el llamado cine de autor, como es el caso de Omar Forero, director trujillano de Chicama, película galardonada con el premio a Mejor Filme Nacional de 2012 por la Asociación Peruana de Prensa Cinematográfica. “Es un caso muy particular porque Forero ha logrado encontrar un canal de distribución que, sin ser masivo, tiene espectadores que están atentos a sus producciones en su localidad, a nivel nacional e internacional”, dijo Bardales.
“Un reto importante que tienen los realizadores regionales es que deben hallar una fórmula de historias afincadas en sus localidades y que tengan un correlato de interés en las audiencias más grandes, como la limeña y la internacional”, declaró el realizador de ‘Maligno’.
Retos del cine regional
Bedoya señala que los filmes regionales tienen una distribución limitada solo a su región o vecinas, “pero no cuentan con una visibilidad muy amplia. De esa cantidad, son muy pocas las que se estrenan en una sala pública. En Lima se han estrenado muy pocas. Ese es un problema serio”.
En la misma línea, Bardales sostiene que uno de los principales retos es encontrar un circuito alternativo, como auditorios, losas deportivas, colegios y otros lugares de afluencia de público. Igualmente, Vandoorne declara que “este tema requiere una política más descentralizada de exhibición para que los filmes tengan un acceso más fácil (a salas de cine comerciales)”.
Bardales añade que el Estado debe trabajar no solamente en la entrega de fondos de concursos, sino también crear condiciones para que cineastas tengan acceso a escuelas de capacitación.
Como podemos ver, los filmes regionales buscan su lugar en un difícil, competitivo y limeñizado ambiente cinematográfico. Y pese a toda crítica y obstáculos, es un cine que continuará desarrollándose por la pasión y vocación de sus realizadores. Un cine que definitivamente no da pena y que merece mayor atención por los nuevos talentos que podrían existir delante y detrás de las cámaras.
“El cine regional es muy valioso” por Emilio Bustamante, Catedrático y crítico de cine
Los filmes de regiones están hechos en su mayoría con medios precarios, con cámaras caseras, editados con programas de computadora no profesionales, pero tienen un enorme valor. Creo que las películas de terror de Ayacucho aportan nuevos monstruos al cine mundial que antes no existían y que tienen su origen en la tradición ayacuchana y andina, como los pishtacos, los condenados y los jarjachas. Además, si bien los filmes no tienen un manejo de las convenciones en la dirección de películas, cuentan con elementos narrativos propios, por ejemplo, las ciertas faltas de causalidad. Estas pueden verse como errores, pero tienen que apreciarse como si se tratara del origen oral de sus relatos. Tienen una lógica emocional más que causal.
Igualmente en los melodramas de Puno y Juliaca, que representan los temores y conflictos sociales de la migración del campo a la ciudad. Son películas que expresan realidades muy importantes, profundas y que merecen ser conocidas. Igual en el cine experimental y documental de Arequipa, Cusco y Chiclayo, que tienen conexiones con el de Lima pero con manifestaciones culturales propias. Es un cine muy valioso que lamentablemente no conocemos en nuestra capital.
DATOS
- El crítico de cine Emilio Bustamante destaca filmes como ‘Sangre inocente’; ‘Jarjacha, el demonio del incesto’; ‘María Marimacha, la asesina de los Andes’; ‘Los actores’; ‘El huerfanito’; ‘Cable a tierra’ y ‘Chicama’.
CORRECCIÓN: En la nota original se incluye el filme ‘María Marimacha, la asesina de los Andes’ del director Mélinton Eusebio cuando en realidad el Sr. Bustamante se refirió a ‘Bullying maldito, la historia de María Marimacha’ también del realizador ayacuchano Mélinton Eusebio.
- El crítico Ricardo Bedoya, por su parte, destaca el drama ‘Rosa, una niña huancaína’ por ser una película que le parece “especialmente interesante”.
- Del 3 al 5 de mayo se realizará el Primer Festival de Cine Amazónico. En el auditorio de la Universidad de Ucayali, desde las 5 p.m.
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